Marieke Vervoort es una luchadora Esta atleta belga de 37 años planeó su eutanasia o suicidio asistido en 2008.
Aunque ella No quería hacerlo de inmediato, sabía que un día ya no soportaría el sufrimiento. Este gesto le permite controlar su propia muerte.
Todos sabemos que no podemos controlar todo lo que sucede en nuestras vidas: enfermedades, accidentes, eventos inesperados, etc. Son golpes que nos golpean, nos cambian y nos ponen a prueba.
No podemos elegir qué nos deparará la vida, pero podemos decidir cómo vamos a morir.
Marieke Vervoort ha reabierto el debate sobre la eutanasia con un rugido, ya que corrió el rumor de que ella acabaría con su vida justo después de los Juegos Paralímpicos en Río de Janeiro.
Pero nada es menos cierto. No es hora todavía. Las palabras de valentía, sabiduría y sensibilidad de Marieke impresionaron a todos.
Ya sea que estemos de acuerdo o en desacuerdo con la eutanasia, lo único que esta mujer merece es nuestro profundo respeto y nuestra mayor admiración.
En el resto de este artículo, vamos a contarle su historia.
La vida de Marieke Vervoort está llena de vida. Cada nuevo día, cada imagen, cada sonido es una bocanada de aire fresco.
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Sin embargo, Marieke Vervoort aseguró que había corrido su última carrera en los Juegos Paralímpicos de Río.
Marieke sufre de una enfermedad muscular degenerativa que la aprisionó en una silla de ruedas a una edad temprana
Su problema no es tanto su discapacidad, sino más bien el dolor físico que siente a diario.
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Marieke sabe desde hace mucho tiempo lo que le sucederá a ella Después de ser diagnosticada, inmediatamente pensó en el suicidio , ya que fue capaz de decirle a la prensa
Sin embargo, sucedió algo que le dio esperanza.
Sin embargo, en 2008, su enfermedad empeoró hasta el punto en que tuvo que abandonar el triatlón. Fue un nuevo golpe en la vida de Marieke, pero su historia fue de interés para su país, y fue invitada en muchos televisores para contarla.
Marieke Vervoort siguió el ejercicio de los medios. También ha publicado un libro " Wielemie, Sport for Life ". Pero también fue en ese momento que preparó otra etapa de su vida: firmó los documentos necesarios para su suicidio programado.
Su cuerpo ya no le permitía practicar su disciplina favorita, y ella sabía en ese momento el momento exacto en que no podía ver en unos pocos años.
Después de dejar a un lado el triatlón, Marieke partió en un yate de arena, un deporte donde los vehículos se mueven rápidamente gracias a la acción del viento. Se convirtió en vicecampeón de la disciplina mundial en 2011.
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Luego se lanzó a otra disciplina: el atletismo. Después de ser aceptada en la categoría Paralímpica T-52, literalmente rompió todos los récords europeos.
Cuando no puede ver, cuando su cuerpo no es más que un inmenso sufrimiento y su parálisis será total, ella se despedirá de este mundo con dignidad. La eutanasia no es una rendición. Es el resto de lo justo.
Ya ha elegido el contexto de su funeral: sus cenizas se dispersarán en el mar en Lanzarote, en las Islas Canarias en España.
Quiere que su familia la recuerde como una sonrisa, porque eso es lo último que quiere dejar antes de descansar en paz. Sin volver a sufrir.
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