Las cosas que hacemos por amor son maravillosas ya veces increíbles.
Lo que más nos impresiona es que hay parejas que, a pesar de los años, conservan estos pequeños detalles que hacen que el amor dure y traen felicidad a la relación.
El ejemplo más claro fue el de un agricultor japonés, que es hoy en día Es conocido en todo el mundo por su magnífico y noble gesto de amor hacia su esposa ciega.
Ha dedicado casi dos años de trabajo a cultivar un gran jardín de flores para que la esposa puede oler los perfumes.
La historia fue contada a través de un video o de YouTube, que se ha compartido en muchas partes del mundo, llegando a millones de reproducciones y comentarios

En Shintomi, Prefectura de Miyazaki, Japón, el Sr. y la Sra. Kuroki, dos agricultores de edad viven rodeados por un enorme jardín de flores que se ha convertido en una gran atracción turística.
Incluso si no es un lugar público, sino el jardín de una casa privada, los Kuroki reciben cada año a casi 7.000 visitantes que admiran este hermoso paisaje, pero especialmente por la historia que lo sustenta.
Todo comenzó en 1956, cuando la pareja de recién casados se mudó a este lugar, que fue el hogar de sus vidas enteras. Tuvieron dos hijos y vivimos muy felices durante años.
Sin embargo, después de un tiempo, la salud de la Sra. Kuroki comenzó a deteriorarse y debido a la diabetes ella desarrolló un grave problema de visión que terminó por volverlo completamente ciego.
El anuncio de la enfermedad fue muy difícil para toda la familia, pero especialmente para esta mujer que, deprimida, estuvo recluida durante mucho tiempo en su casa.
Ante esta situación y en su amabilidad de querer mejorar la condición de su esposa, el Sr. Kuroki comenzó a mirar cómo podría hacerlo para animarlo y dibujar una sonrisa en su cara.
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Fue entonces cuando tuvo la idea de ofrecerle uno de los regalos que cualquier hombre le hizo a su compañero: flores. Sin embargo, sabía que un ramo no sería suficiente, por lo que tuvo la idea de darle una sorpresa más grande.
Aprovechando los grandes campos en toda su finca, el Sr. Kuroki se dio a sí mismo con el propósito de plantar semillas de 'shibazakura', un tipo de flores conocidas por su perfume.
Plantó un campo de flores para ver si el olor podía atraer a su esposa y hacer que deseara salir.
Cuando se dio cuenta de que su idea había funcionado como él esperaba, continuó y durante dos años cubrió completamente su jardín con esta especie.
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Aunque la Sra. Kuroki perdió la vista hace casi 30 años, eso no le impidió disfrutar del jardín que su esposo le plantó.
Hoy, en vez de quedarse encerrada en su casa, sale todos los días para disfrutar el aroma de las flores y la frescura del día.
Después de compartir su historia en YouTube, el Sr. Kuroki fue entrevistado por varios medios internacionales que han destacado sus valores y la gran prueba de amor que le ha dado a su esposa.
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