ECLÁMPSIA Y PRE-ECLÁMPSIA - Síntomas, Causas y Tratamiento

ECLÁMPSIA Y PRE-ECLÁMPSIA - Síntomas, Causas y Tratamiento

La eclampsia y la preeclampsia son complicaciones graves del embarazo, que pueden surgir durante la segunda mitad de la gestación, generalmente después de las 20 semanas de embarazo. En algunas mujeres, la eclampsia o la preeclampsia pueden surgir solamente durante el trabajo o incluso después de que el bebé ya haya nacido.

Aunque la mayoría de los embarazos afectados por la preeclampsia pueden llegar a las 37 semanas de embarazo, lo que caracteriza una gestación a término, presentan un riesgo elevado de complicaciones, incluyendo el riesgo de mortalidad materna o fetal.

En este artículo vamos a explicar lo que son la preeclampsia y la eclampsia, cuáles son sus causas, síntomas y tratamientos.

¿Qué es la preeclampsia?

La pre-eclampsia es una complicación del embarazo que se caracteriza por un cuadro de hipertensión arterial y de proteinuria (pérdidas de proteínas en la orina) que se inicia después de 20 semanas de gestación. En algunos pacientes, la preeclampsia también provoca lesión de órganos importantes, tales como hígado, riñón, pulmones y cerebro.

Existen 4 tipos de hipertensión que pueden ocurrir durante el embarazo:

1- La hipertensión crónica - La hipertensión es que el paciente tenía antes de quedar embarazada, y seguirá teniendo durante y después del embarazo.

2- hipertensión gestacional - la hipertensión aparece sólo después de la semana 20 de embarazo en mujeres que nunca han tenido la presión arterial alta.

3 Pre-eclampsia - es la aparición de la hipertensión arterial después de la semana 20 del embarazo, asociado con la pérdida de proteínas en la orina, llamada proteinuria (léase: proteinuria, orina espumosa y síndrome nefrótico). La preeclampsia se cura después del parto.

4- preeclampsia superpuesta a hipertensión crónica - es preeclampsia se produce en las mujeres que son hipertensos eran previamente.

La preeclampsia parece ocurrir debido a problemas en el desarrollo de los vasos de la placenta al inicio del embarazo durante la implantación de la misma en el útero. Conforme el embarazo se desarrolla y la placenta crece, la falta de una vascularización perfecta lleva a una baja perfusión de sangre, pudiendo causar isquemia placentaria. La placenta en sufrimiento por falta de circulación adecuada produce una serie de sustancia que al caer en la circulación sanguínea materna causa descontrol de la presión arterial y lesión en los riñones.

Factores de riesgo para la preeclampsia

- Embarazo en mujeres mayores de 40 años o menores de 18 años.
- Historia familiar de preeclampsia (incluso en la familia del padre).
- Preeclampsia en una gestación anterior.
- Embarazo múltiple (gemelos, trillizos, etc.).
- Mujeres previamente hipertensas (hipertensión crónica).
- Obesidad (lea: OBESIDAD Y SÍNDROME METABÓLICO).
- Diabetes mellitus (lea: DIABETES MELLITUS - DIAGNÓSTICO Y SÍNTOMAS).
- Enfermedad renal crónica (lea: INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA - SÍNTOMAS).
- Intervalo de tiempo prolongado entre gestaciones.
- Gestantes con enfermedades autoinmunes (lea: ENFERMEDAD AUTO-INMUNE).
- Primera gestación.

Síntomas de la preeclampsia

La preeclampsia ocurre en el 5% al ​​10% de las gestaciones. El 75% de los casos son leves y el 25% son graves. Puede surgir en cualquier momento del embarazo entre la semana 20 hasta algunos días después del parto.

La hipertensión que surge después de la semana 20 de gestación es el síntoma más común. Sin embargo, para caracterizarse preeclampsia y no sólo hipertensión gestacional, es necesario que haya también la presencia de proteinuria (al menos 300 mg de proteínas en examen de orina de 24 horas.) Lea: ENTENDA SU EXAMEN DE URINA)

Prácticamente toda gestante presenta edemas (hinchazones), pero un empeoramiento rápido y súbita de los edemas, principalmente afectando el rostro y las manos, puede ser una señal de preeclampsia.

Síndrome HELLP

El síndrome HELLP es la forma grave de preeclampsia. Esta es la sigla en inglés para los términos hemólisis (hemolisys), enzimas del hígado elevadas (plaquitas de las enzimas) y plaquetas bajas (low platelets).

- Hemólisis significa destrucción de los hematíes (glóbulos rojos), lo que lleva a la aparición de la anemia hemolítica (lea: ANEMIA - CAUSAS Y SINTOMAS)

- El aumento de las enzimas del hígado (TGO y TGP) es un signo de lesión hepática, lo que no deja de ser un tipo de hepatitis asociada a la preeclampsia (lea: QUÉ SIGNIFICAM AST (TGO), ALT (TGP) E GAMA GT?)

- Así como hay hemólisis, también ocurre destrucción de las plaquetas, lo que acaba por causar reducción de la concentración de las mismas en la circulación sanguínea.

Además del síndrome HELLP, existen otras manifestaciones de la pre-eclampsia grave como alteraciones neurológicas tipo visión borrosa, cefaleas (lea: DOLOR DE CABEZA - ENXAQUECA, CEFALEA TENSIONAL Y SEÑALES DE GRAVEDAD), confusión mental e incluso crisis convulsiva. Cuando esta última ocurre, estamos ante el cuadro de eclampsia, explicado más adelante.

Las presiones arteriales superiores a 160/110 mmHg, fuerte dolor abdominal, proteinuria superior a 5 gramos (5000 mg) por día, disminución importante del volumen de orina, edema pulmonar y grave falla de crecimiento del feto son otros signos y síntomas de preeclampsia severa.

En relación al feto, los riesgos de la preeclampsia incluyen desprendimiento prematuro de la placenta, bajo crecimiento y desarrollo intrauterino y parto prematuro.

Tratamiento de la preeclampsia

El tratamiento definitivo es la inducción del parto. No siempre la preeclampsia ocurre en edades gestacionales que permitan la inducción del parto sin perjuicios para el feto. Por otro lado, la no finalización del embarazo puede traer consecuencias serias para la madre. Por lo tanto, la decisión de inducir el parto o prolongar el embarazo debe tener en cuenta la edad gestacional, la gravedad de la preeclampsia y las condiciones de salud madre y del feto.

En algunos casos se puede indicar la internación de la madre para un seguimiento más próximo de la progresión de la enfermedad, intentando postergar el parto para lo más cerca posible de la semana 40 de gestación. Siempre que sea posible, la preferencia es por el parto normal.

La hipertensión arterial debe ser controlada, pero esto no interfiere en el curso de la enfermedad ni en la mortalidad materna / fetal. Es importante recordar que algunos antihipertensivos famosos como el Enalapril, captopril y Adalat® son contraindicados en la gestación. El control de la presión arterial en el embarazo debe realizarse solamente bajo la orientación del ginecólogo-obstetra.

El uso de corticoides (lea: INDICACIONES Y EFECTOS DE PREDNISONA Y CORTICOIDES) está indicado para tratar temporalmente las complicaciones del síndrome HELLP, pero principalmente para acelerar la maduración de los pulmones del feto en caso de necesidad de inducción del parto antes del término.

La prevención de las crisis convulsivas es importante y puede hacerse con la administración de sulfato de magnesio justo antes del parto.

¿Qué es la eclampsia?

La eclampsia es el grado más grave del espectro de la hipertensión en el embarazo, que incluye la hipertensión gestacional, la preeclampsia y la eclampsia propiamente dicha.

La caracterización de la eclampsia se da por la presencia de una o más crisis convulsivas en una gestante con pre-eclampsia ya establecida.

Al contrario de lo que se pensaba antiguamente y de lo que los nombres preeclampsia y eclampsias pueden sugerir, una enfermedad no es evolución a otra. La eclampsia es en realidad sólo una manifestación grave de la preeclampsia.

En realidad, la inmensa mayoría de las gestantes con preeclampsia grave no presentará eclampsia, ya pesar de poco común, las mujeres con preeclampsia leve pueden complicar con convulsiones. Por lo tanto, no hay una evolución lineal entre las dos enfermedades.

Hasta el 30% de las convulsiones ocurren en el momento del parto o hasta 48h después del nacimiento del bebé. Las crisis convulsivas duran en promedio 1 minuto y generalmente se ven precedidas por dolor de cabeza, cambios visuales o dolor abdominal intenso. El tratamiento es con sulfato de magnesio.

La presencia de eclampsia es una indicación para inducir el parto después de la estabilización del cuadro. El término del embarazo es el único tratamiento curativo. El 70% de las gestantes con eclampsia que no interrumpen el embarazo presentarán complicaciones graves con riesgo de muerte. En las gestantes con edad gestacional baja (menor de 32 semanas) puede indicarse la cesárea.


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