ASCITE - Síntomas, Causas y Tratamiento

ASCITE - Síntomas, Causas y Tratamiento

La ascitis, llamada popularmente de barriga de agua, es el nombre que se da al acumulo de líquidos dentro de la cavidad abdominal. La ascitis no es una enfermedad, sino un signo de enfermedad, habitualmente del hígado, pero también puede originar problemas de los riñones, el corazón o los tumores malignos.

El líquido ascítico se encuentra dentro de la barriga, dentro de la cavidad peritoneal, alrededor de los órganos intraabdominales. Cuando el volumen de líquido es muy grande, los intestinos quedan literalmente flotando dentro del abdomen y el paciente presenta perceptible aumento del volumen abdominal. En algunas enfermedades, la ascitis puede ser tan voluminosa, que el paciente presenta una distensión del abdominal similar a las embarazadas en fase final de gestación.

En este artículo vamos a explicar lo que es la ascitis, por qué surge, cuáles son sus síntomas y cuáles son las formas de tratamiento disponibles.

¿Qué es ascitis?

Llamamos de edema las hinchazones provocadas por la acumulación de líquido en la piel. Si sus piernas se hinchan, es porque hay retención de líquido en el tejido subcutáneo de los miembros inferiores. Cuando esta acumulación de líquido ocurre no en la piel, sino dentro de la cavidad abdominal, el nombre que damos es ascite. Sin embargo, a pesar de tener nombres diferentes, el mecanismo de formación de la ascitis es básicamente el mismo de los edemas de la piel (lea: INCHAÇOS Y EDEMAS).

De forma resumida, podemos decir que la ascitis se forma por la extravasación de líquido de los vasos sanguíneos que riegan el peritoneo dentro de la cavidad peritoneal. En la mayoría de los casos, esta incapacidad de los vasos sanguíneos de retener los líquidos dentro de sí mismos ocurre por una de las tres situaciones siguientes:

  • Aumento en la presión hidrostática dentro de los vasos, como la que ocurre cuando hay una obstrucción al flujo sanguíneo normal, como en los casos de varices o por un trombo, por ejemplo.
  • Cuando el paciente presenta alguna enfermedad que lleve a la retención de sal y agua por los riñones, haciendo que el volumen de agua en la circulación sanguínea se eleve considerablemente.
  • Cuando el paciente presenta una reducción en la concentración de proteínas de la sangre, ya que las proteínas, como la albúmina, ejercen efecto osmótico (llamada presión oncótica), que ayuda a sujetar agua dentro de los vasos.

En situaciones normales, la cantidad de líquido dentro de la cavidad abdominal es nula. Algunas mujeres, sin embargo, pueden tener pequeños volúmenes de líquido libre, alrededor de 10 a 20 ml, en algunas fases del ciclo menstrual, sin que ello signifique ningún problema. Nada que se compare a los varios litros de ascitis que los pacientes con cirrosis, por ejemplo, pueden desarrollar.

Causas de ascitis

La cirrosis hepática, normalmente secundaria a la hepatitis viral o por abuso de bebidas alcohólicas, es responsable de hasta el 85% de los casos de ascitis. El otro 15% se divide entre las siguientes enfermedades: La principal causa de ascitis es la cirrosis hepática. La cirrosis causa las tres alteraciones descritas anteriormente (obstrucción del flujo sanguíneo, retención de agua y sal, y pérdida de proteínas de la sangre) y puede cursar con ascitis voluminosas, frecuentemente con más de 10 litros de líquido ascítico en la cavidad abdominal.

  • Síndrome nefrótico.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Tuberculosis peritoneal.
  • Pancreatitis.
  • Cáncer con metástasis para peritoneo.
  • Esquistosomiasis.

Síntomas de la ascitis

La ascitis voluminosa, principalmente en personas delgadas, es fácilmente reconocible, y hasta laicos logran notar su presencia. Como ya se ha mencionado, el paciente con ascitis pasa a presentar un nítido aumento del volumen abdominal.

En los pacientes obesos o en los casos en que la acumulación de líquido no sea muy grande, puede haber dudas en el diagnóstico. En estos casos, un examen de ultrasonografía ayuda a aclarar si hay o no líquido libre dentro de la cavidad abdominal.

Lo que habitualmente ayuda en la identificación de la ascitis es el hecho de que viene con frecuencia acompañada de otros síntomas de enfermedad hepática, tales como la ictericia, aumento del volumen del hígado, presencia de circulación colateral en la barriga, etc.

Una de las complicaciones de la ascitis es la infección de la misma. El líquido ascítico es un gran medio de cultivo, ya menudo las bacterias de los intestinos consiguen desplazarse a la cavidad peritoneal, infectar la ascitis y provocar un cuadro llamado peritonitis. La ascitis, cuando muy voluminosa, causa una intensa molestia al paciente. Muchas veces, la cantidad de líquido es tan grande que distende la pared del abdomen, provocando hernias umbilicales, dolor abdominal y dificultad respiratoria por restricción al movimiento del diafragma.

Tratamiento de la ascitis

El mejor medio de retirar el exceso de líquido del abdomen es a través de un procedimiento llamado paracentesis, que consiste en la introducción de una aguja ligada a una bolsa colectora para drenaje del líquido ascítico. La paracentesis es un procedimiento simple, realizado con anestesia local y prácticamente indoloro.

Además de la posibilidad del drenaje de varios litros de ascitis para alivio sintomático del paciente, la paracentesis también sirve como procedimiento diagnóstico, ya que podemos aprovechar muestras de la ascitis para evaluación bioquímica y para investigación de infecciones y de células cancerígenas.

Así como en los edemas de los miembros inferiores, el uso de diuréticos, tales como Furosemida (lasix®) o espironolactona, también ayuda a impedir la acumulación de agua dentro de la cavidad peritoneal. Sin embargo, en casos de cirrosis avanzada, estas drogas son poco efectivas y la única opción es la realización de paracentes de forma regular, siempre que el abdomen esté muy distendido.

El líquido ascítico normal es amarillo claro transparente, similar a la orina. En casos de infección de la ascitis, el líquido se vuelve turbio y, a veces, nítidamente purulento. En las ascitis secundarias a neoplasias del peritone, la ascitis puede ser sanguinolenta.

En los casos de infección del líquido ascítico, el paciente debe permanecer internado para tratamiento con antibióticos. La no erradicación de la infección puede llevar a la sepsis y consecuentemente a la muerte.

La paracentesis ayuda en el drenaje de la ascitis y en la investigación diagnóstica, sin embargo, no actúa en la causa central de la formación de la ascitis. Si no se hace nada para controlar la acumulación de líquido intraabdominal, la paracentesis se convierte en un procedimiento paliativo, ya que el líquido estará todo de vuelta en cuestión de días o semanas.

El tratamiento definitivo de la ascitis consiste en el tratamiento de la enfermedad de base. La restricción del consumo de sal y el uso de diuréticos son dos medidas esenciales para tratar de impedir la formación de ascitis mientras no se puede controlar la enfermedad primaria.


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