DESMA, SÍNCOPE Y REFLEXIÓN VAGAL

DESMA, SÍNCOPE Y REFLEXIÓN VAGAL

El desmayo es un síntoma relativamente común. Puede indicar problemas cardíacos, problemas neurológicos, una caída súbita de la presión arterial, hipoglucemia (falta de azúcar en la sangre) o sólo una manifestación de exceso de ansiedad o histeria, también conocida como trastorno conversivo.

El desmayo es científicamente llamado síncope y puede ser descrito como una abrupta pérdida de la conciencia, asociada a la pérdida del tono postural (pérdida de la capacidad de permanecer en pie), seguida de una rápida y completa recuperación. Es decir, la persona pierde la conciencia y cae, despertando luego a seguir sin secuelas. El síncope no es una enfermedad, es un síntoma de alguna enfermedad. La causa más común es la llamada reacción vagal o síncope vasovagal, relacionada con la activación inapropiada del nervio vago (explicaremos a lo largo del texto).

Si usted tiene cuadros de mareo, sensación de que va a caer por la pérdida de la fuerza, pero en ningún momento pierde la conciencia, esto se llama pre-síncope.

Cuando el síncope es un evento aislado en la vida de la persona, en general, las causas son benignas. Sin embargo, si el paciente presenta cuadros repetidos de síncope a lo largo de varios días o semanas, lo más probable es que haya alguna enfermedad por detrás, habitualmente de origen neurológico o cardíaco.

Situaciones que pueden ser confundidas con síncope (desmayo)

Antes de hablar específicamente sobre las causas de desmayos, es importante saber diferenciar los síncopes de eventos graves, como AVC (lea: AVC | ACCIDENTE VASCULAR CEREBRAL | DERRAME CEREBRAL), paradas cardíacas o muerte súbitas.

En el AVC, también conocido como derrame cerebral, el enfermo puede incluso presentar una caída por pérdida de fuerza de los miembros inferiores, pero, en general, no se desmaya, o sea, no pierde la conciencia. En los casos de AVC que ocurren pérdida de la conciencia, la recuperación no es rápida y casi nunca completa. Si el paciente se desmaya y posteriormente despierta presentando secuelas, tales como parálisis de los miembros, boca torcida, desorientación o incapacidad de hablar, esto es un AVC y no un síncope.

En el paro cardíaco, también llamada muerte súbita, el paciente pierde la conciencia, cae y permanece en el suelo sin respirar y sin pulso (sin latidos cardiacos perceptibles). Si no se inician inmediatamente las maniobras de resucitación, el paciente evoluciona hacia la muerte. Una parada cardio-respiratoria, obviamente, no es un desmayo.

Es muy importante también diferenciar las síncopes verdaderas de las histerias o simulaciones, que reciben varios nombres en la práctica médica: disturbio neurovegetativo, trastorno conversivo o disfunción autonómica somatóforme. No son síncopes reales y el paciente muchas veces realiza estas simulaciones de modo inconsciente. Él realmente cree que se desmayó.

Otra situación que puede confundirse con el síncope es una crisis epiléptica. A veces, la distinción es difícil en un primer momento, sobre todo si la crisis no ha sido testigo de nadie. En general, el paciente con crisis epilépticas no se recupera tan rápidamente después de retomar la conciencia. Muchas veces, el individuo presenta crisis convulsivas no atestiguadas y sólo se encuentra caído en el suelo, ya despierto, pero medio desorientado, con pocas fuerzas. La presencia de mordeduras en la lengua, el hecho de que el paciente tenga la ropa sucia de orina o heces, y múltiples lesiones en el cuerpo sugieren que haya tenido una crisis convulsiva y no un simple desmayo (lea más sobre epilepsias: EPILEPSIA | CRISOS CONVULSIVA | tipos y cómo proceder).

La principal característica del síncope es el hecho de que el paciente se desmaya y se despierta luego de forma espontánea. Sin embargo, si durante la caída el paciente golpea la cabeza con fuerza en el suelo o en alguna quina o objeto duro, no puede despertarse inmediatamente por el traumatismo craneal. En este caso, el paciente presenta síncope seguido de la concusión cerebral.

Como ocurre el desmayo - Importancia del nervio vago

Antes de describir con más detalle cada una de las principales causas, es preciso explicar un poco de la fisiología del cuerpo humano para una mejor comprensión del origen del síncope, principalmente de la que llamamos síncope vasovagal.

El sistema nervioso autónomo es la parte del sistema nervioso que controla funciones básicas y vitales, tales como la respiración, la presión arterial, el control de la temperatura y la digestión, sólo para quedarnos con algunos ejemplos.

El sistema nervioso autónomo se divide en dos partes: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. Estos dos sistemas se antagonizan y el equilibrio de sus funciones es que mantiene el organismo funcionando adecuadamente. Por ejemplo, el sistema nervioso simpático aumenta la presión, acelera los latidos del corazón y nos deja más alerta, mientras que el sistema nervioso parasimpático reduce la presión arterial y desacelera el corazón.

El nervio vago lleva fibras del sistema nervioso parasimpático. Este nervio, que nace dentro del cerebro y envía ramas a varias partes del cuerpo, inerva diversos órganos, como el corazón, el estómago, la laringe, el pulmón, el esófago, los intestinos, la piel, etc. Es a través de él que el cerebro recibe la información del estado de nuestras vísceras. El nervio vago también es responsable del control de algunas de las funciones de estos órganos, como la producción de sudor, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, los movimientos de los intestinos y la musculatura del cuello y la boca.

Muchas causas de desmayos tienen su origen en la activación inadecuada del nervio vago, lo que lleva a la caída de la presión arterial y la desaceleración de los latidos del corazón.

Principales causas de desmayos (síncope)

Hay varias causas para el desmayo. En muchos casos, el origen es sólo un exceso de emoción, calor intenso, nerviosismo, etc. Sin embargo, algunas enfermedades también pueden manifestarse a través de desmayos frecuentes.

El síncope o desmayo es un acontecimiento que causa mucha aprehensión en el paciente y en las personas que atestiguan el hecho. Muchas veces, el desmayo es también un desafío diagnóstico para el médico. En muchos casos, incluso después de una extensa investigación, no podemos identificar el origen del problema. Hasta un tercio de los casos de síncope no se dispone de un diagnóstico definitivo.

Buena parte de los síncopes ocurren por causas benignas, sin embargo, todo episodio debe ser investigado pensando que los desmayos pueden ser una manifestación de una patología grave y potencialmente fatal.

El síncope o desmayo tiene varias causas, siendo las principales los ataques vaso-vagales y causas cardíacas. A continuación, vamos a explicar el origen de las principales causas de desmayo clínicamente relevantes.

1- Síncope vasovagal

Una anormal estimulación del nervio vago puede llevar a grandes desaceleraciones del corazón ya una abrupta caída de la presión arterial, disminuyendo temporalmente el aporte de sangre y oxígeno al cerebro. Este tipo de desmayo ocurre normalmente en personas jóvenes y sin otras enfermedades. El síncope vasovagal es normalmente precedido de síntomas como sudores fríos, palidez y oscurecimiento repentino de la visión.

El síncope vasovagal puede ser inducido por dolor intenso, calor fuerte, por permanecer en pie durante mucho tiempo, por miedo o estados de ansiedad intensa. Es la causa de desmayos en aquellos que tienen pavor de aguja y necesitan recoger sangre, de los jóvenes en shows de música, o de cirujanos o guardias que se quedan mucho tiempo en pie sin moverse.

En muchos casos, el estímulo vagal puede no ser suficiente para causar desmayos, llevando sólo a malestar, mareos, mareos y vómitos. El paciente se sienta o se acuesta y después de algunos minutos se siente mejor.

A pesar de ocurrir preferentemente en jóvenes, algunos ancianos pueden presentar repetidos episodios de síncope vasovagal, muchas veces sin un factor desencadenante claro, como los citados arriba. En algunos de estos pacientes, el estímulo desencadenante puede ser algo simple como orinar o toser.

Hay también aquellos con la llamada hipersensibilidad del seno carotídeo, una región del cuello donde pasan las fibras del nervio vago. En estos, un simple masaje en la zona lateral del cuello puede estimular el nervio vago y llevar al síncope. Son personas que pueden desmayarse con un simple giro más rápido del cuello o incluso durante pequeños esfuerzos, como evacuar o soplar contra una resistencia.

Sólo como curiosidad, la estimulación del nervio vago puede ser hecha de forma intencional para fines médicos. El masaje vigoroso del seno carotídeo con los dedos se llama maniobra vagal. Algunas arritmias con frecuencias cardiacas elevadas pueden ser controladas sólo con estímulo repetido en el seno carotídeo, a través de un intenso masaje en la región lateral del cuello.

2- Hipotensión postural

La hipotensión postural es la caída de la presión arterial cuando cambiamos de la posición acostada / sentada a la de pie. Todo el mundo ya lo ha sentido alguna vez en la vida al levantarse de forma rápida y quedarse mareado, con la vista oscura. En la mayoría de los casos lo que ocurre es un pre-síncope, pero en algunas personas la hipotensión puede ser tan grande que llega a causar síncope.

Esta caída abrupta de la presión arterial ocurre generalmente en personas deshidratadas, que toman diuréticos (lea: PARA QUE SERVIR LOS DIURÉTICOS?), En pacientes diabéticos, ancianos, personas medicadas con medicamentos para la presión alta o que consuman alcohol de forma excesiva.

3- Arritmias cardiacas

Las arritmias cardiacas son causas comunes de desmayos. Un corazón arrítmico bombea la sangre ineficientemente, llevando a una mala oxigenación cerebral y, consecuentemente, al síncope.

Cuando la arritmia que da origen al síncope aún se encuentra presente en el momento de la atención médica, el diagnóstico es fácil de establecer. El problema es que buena parte de esas arritmias son intermitentes, duran unos segundos y desaparecen. Cuando el paciente llega al médico ya no hay signos de alteración en la conducción eléctrica del corazón.

En el síncope causado por arritmias, el paciente habitualmente pierde la conciencia sin presentar síntomas previos. Como máximo, un cuadro de palpitaciones precede al desmayo.

Tanto las bradicardias (corazón que late muy lentamente) como las taquicardias (corazón que late muy rápidamente) pueden provocar síncopes.

Las síncopes de origen cardiaco son potencialmente peligrosas, ya que pueden ser causadas por arritmias malignas, con riesgo de evolución para paro cardíaco.

Lea también: PALITAS, TAQUICARDIA Y ARRITMIAS CARDÍACAS

4- Otras enfermedades del corazón

Las enfermedades de las válvulas cardíacas, principalmente de la válvula aórtica, pueden llevar al síncope. Otras enfermedades, como la cardiomiopatía hipertrófica y la embolia pulmonar, también pueden causar desmayos.


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