¿QUÉ ES UNA GLOMERULONEFRITE?

¿QUÉ ES UNA GLOMERULONEFRITE?

La glomerulopatía es el nombre que damos al grupo de enfermedades que afectan a los glomérulos, una estructura microscópica existente en los riñones, que es responsable de la filtración de la sangre y la producción de la orina. Hay varios tipos de glomerulopatías, siendo la glomerulonefritis (inflamación de los glomérulos) la forma más común.

El objetivo de este artículo no es hablar específicamente de ninguna glomerulopatía, sino explicar de forma simple lo que es el glomérulo y cuáles son las consecuencias de las enfermedades glomerulares como un todo.

Antes de seguir adelante hay que aclarar una confusión. El término glomerulonefritis no sirve para designar todas las enfermedades de los glomérulos, sólo debe emplearse cuando hay signos de inflamación glomerular. Lo más correcto es decir glomerulopatías o enfermedades glomerulares. La glomerulonefritis es sólo un tipo de glomerulopatía. Esta diferencia se explicará con más detalle a lo largo del texto.

¿Qué es el glomérulo?

Para entender lo que son las enfermedades glomerulares, es necesario primero saber qué es y cómo funciona un glomérulo.

Todos nuestros órganos están compuestos por unidades básicas de funcionamiento: tenemos las neuronas en el cerebro, los hepatocitos en el hígado, los alvéolos en el pulmón, etc. En los riñones, la unidad básica es el néfron.

Cada riñón tiene cerca de un millón de néfras. Estas unidades microscópicas son las responsables de la filtración de la sangre y algunas hormonas producidas por los riñones. Cada néfron está compuesto por un glomérulo y su respectivo túbulo renal.

Esta estructura "simple" en la siguiente ilustración es un nefron, con su glomérulo, túbulo renal y vasos sanguíneos que lo nutre.

La sangre que llega a los riñones pasa obligatoriamente por los glomérulos, un conjunto de microscópicos capilares envelados que poseen una membrana filtradora en su pared. El glomérulo es el verdadero filtro de los riñones.

La siguiente ilustración resume la forma en que funciona el glomérulo. La sangre llega al glomérulo por una arteriola (arteria microscópica) y pasa por varios capilares, donde ocurre el proceso de filtración. Conforme la sangre pasa por dentro del glomérulo, varias sustancias son retiradas y lanzadas hacia los túbulos renales, dando origen a la orina. La sangre "limpia" sale del glomérulo y retorna a la circulación sanguínea, mientras que la "suciedad" filtrada sigue hacia los túbulos renales.

No todo lo que es filtrado por los glomérulos es realmente "suciedad" o sustancia inútil. Por eso, en los túbulos renales ocurre un proceso de selección de lo que fue filtrado en el glomérulo.

Algunas sustancias importantes, como la glucosa, el sodio, el potasio, el calcio, etc, pueden ser reabsorbidas de acuerdo a las necesidades del organismo. Sólo sale en la orina lo que no es necesario o está en exceso en el organismo.

Por ejemplo, si el individuo está con el nivel de potasio bajo en la sangre, los túbulos van a reabsorber lo máximo que logren del potasio que haya sido filtrado en los glomérulos, impidiendo que éste salga en la orina. Por otro lado, si el nivel de potasio en la sangre es alto, el túbulo no va a reabsorber casi nada, dejando una gran cantidad de esta sustancia ser eliminada en la orina.

El proceso final de la filtración glomerular y de la reabsorción tubular en estos 1 millón de néfras es el que forma la composición de nuestra orina.

Las sustancias grandes, como la mayoría de las proteínas presentes en la sangre, no se filtran por ser mayores que los poros de la membrana glomerular. Como no se filtran, ni llegan a los túbulos. Por eso, una orina normal casi no tiene proteínas en su contenido. Sólo una cantidad ínfima de proteínas de pequeño volumen suelen aparecer en la orina de una persona sana. Si la orina presenta grandes cantidades de proteínas, algún problema existe en los glomérulos, que están permitiendo la filtración de las mismas. Un glomérulo que permite el paso de proteínas es como un colador que permite el paso de los huesos, es decir, es un filtro perforado que no está desempeñado correctamente en su papel. Esta información va a ser importante al principio.

Signos y síntomas de las enfermedades glomerulares

Como el glomérulo es el principal responsable de la filtración de la sangre, cualquier enfermedad que lo acometa puede afectar el funcionamiento de nuestros riñones.

Existen 2 tipos básicos de lesión de los glomérulos:

- Síndrome nefrítico o glomerulonefritis.
- Síndrome nefrótico.

En la glomerulonefritis, un proceso inflamatorio causa lesión y reduce la capacidad de los glomérulos filtrar la sangre, provocando un cuadro de insuficiencia renal aguda, hipertensión arterial y sangre en la orina.

La presencia de sangre en la orina, sea visible a simple vista o microscópica, es un signo muy típico de las glomerulonefritis, aunque no es exclusivo de éstas. La inflamación de los glomérulos permite que las células de la sangre (hematíes) pasen por las membranas glomerulares y caigan en los túbulos renales. Como los túbulos no consiguen reabsorber los hematíes, aparecen en la orina.

En el síndrome nefrótico, el más común es ocurrir una lesión en la membrana glomerular sin que haya inflamación evidente. Es como si la membrana presentaba agujeros, como en la analogía con colador perforado hecho hace poco. Las proteínas que no deben filtrarse pasan hacia los túbulos y se eliminan indebidamente en la orina. Por eso, la pérdida de proteínas en la orina, llamada proteinuria, es un signo típico de enfermedad glomerular.

Y lo peor, la proteinuria además de ser un signo de lesión de los riñones, es también responsable del agravamiento del cuadro. Los túbulos no están preparados para recibir proteínas, y en el intento de reabsorbirlos de vuelta a la sangre, sus células acaban sufriendo lesión. Por lo tanto, en un primer momento, la proteinuria nos muestra que hay algo mal en el riñón, y posteriormente, si no se trata, pasa a ser un factor de agresión y evolución para la insuficiencia renal.

Los principales síntomas de la proteinuria son la presencia de mucha espuma en la orina y la aparición de hinchazón en el cuerpo. Explicamos la proteinuria y el síndrome nefrótico con más detalles en los siguientes artículos:

  • URINA ESPUMOSA Y PROTEINÚRIA
  • SÍNDROME NEFRÓTICO

Es importante destacar que no es raro que los pacientes con enfermedades glomerulares presenten signos de síndrome nefrótico y síndrome nefrítico al mismo tiempo.

¿Cuáles son las causas de las enfermedades glomerulares?

Bueno, hasta aquí ya explicamos cómo funcionan los glomérulos y cuáles son las lesiones más comunes que estos sufren. Sin embargo, todavía falta decir por qué estas lesiones surgen. ¿Cuál es el origen de las enfermedades glomerulares? ¿Por qué de una hora para otra el glomérulo sufre una lesión?

Las enfermedades glomerulares tienen varias causas. De forma negativa se dividen en dos grandes grupos:

  • Glomerulopatías primarias: cuando la causa de la enfermedad glomerular se restringe al riñón, no hay lesión en ninguna otra parte del organismo.
  • Glomerulopatías secundarias: cuando una enfermedad sistémica ataca varias partes del cuerpo, incluyendo, entre ellas, los glomérulos.

Tanto las glomerulopatías primarias como las secundarias pueden causar síndrome nefrítico, síndrome nefrótico o ambas.

1. Glomerulopatías secundarias

Entre las glomerulopatías secundarias, es decir, enfermedades sistémicas que pueden atacar los riñones, podemos citar algunas comunes:

- Lupus.
- Hepatitis B crónica.
- Hepatitis C crónica.
- VIH.
- Obesidad morbida.
- Uso de heroína.
- Sífilis.
- Granulomatosis de Wegener.
- Enfermedad de Goodpasture.
- Cáncer.
- Faringitis o lesiones de piel por la bacteria Estreptococos (glomerulonefritis post infecciosa).
- Infecciones de la piel causadas por la bacteria Estreptococos, como el impétigo.
- Amiloidosis.

Los pacientes que tienen las enfermedades anteriores pueden o no presentar también lesión de los glomérulos. Algunas enfermedades, como la diabetes y el lupus, provocan una lesión glomerular con gran frecuencia, mientras que otras, como la faringitis, la sífilis y el cáncer, lo hacen más raramente.

2. Glomerulopatías primarios

Mientras que en las glomerulopatías secundarias la lesión glomerular es provocada por alguna enfermedad del organismo, las glomerulopatías primarias son la propia enfermedad. De la misma manera que la enfermedad de Alzheimer o de Parkinson son enfermedades exclusivas del sistema neurológico, las glomerulopatías primarias son enfermedades exclusivas de los riñones.

Las glomerulopatías primarias más comunes son:

- Glomeruloesclerosis segmentaria y focal (puede causar síndrome nefrítico y / o nefrótico).
- Enfermedad de lesión mínima (suele causar solamente síndrome nefrótico).
- Nefropatía membranosa (suele causar sólo síndrome nefrótico).
- Glomerulonefritis membranoproliferativa (puede causar síndrome nefrítico y / o nefrótico).
- Nefropatía por IgA (puede causar síndrome nefrítico y / o nefrótico).

Diagnóstico de las enfermedades glomerulares

Cada una de las enfermedades glomerulares citadas anteriormente tiene cuadro clínico, pronóstico y tratamiento distintos. Por eso, el diagnóstico del tipo de lesión del glomérulo y el reconocimiento de la presencia o no de enfermedad sistémica asociada es vital para el tratamiento.

Los análisis de sangre pueden evidenciar la insuficiencia renal a través del aumento de la creatinina. Los análisis de orina pueden demostrar sangre y / o pérdida de proteínas. En el examen físico podemos identificar hipertensión y edemas por el cuerpo. La existencia de hinchazón por el cuerpo asociado a la presencia de gran cantidad de proteínas en la orina, o la existencia de una insuficiencia renal asociada a pérdidas de sangre en la orina son hechos que sugieren mucho la existencia de una enfermedad glomerular.

Sin embargo, estos hallazgos clínicos y de laboratorio sólo apuntan a la presencia de una enfermedad glomerular, pero no garantizan ni sirven para definir si la glomerulopatía es primaria o secundaria. Es claro que si un paciente tiene hepatitis C y de repente comienza a presentar signos de glomerulopatía, el origen de la lesión de los glomérulos es más o menos obvio. El problema es que algunas enfermedades que causan glomerulopatías pueden provocar diferentes tipos de glomerulonefritis y lesión glomerular, siendo necesarios diferentes tratamientos para cada una. Sólo el lupus puede causar 6 tipos de lesión glomerular diferentes.

La situación se vuelve más difícil en el caso de las glomerulopatías primarias. El paciente sólo presenta los síntomas de los síndromes nefrótico o de la glomerulonefritis sin ninguna señal del origen de la lesión glomerular. Clínicamente es imposible afirmar cuál es el tipo de glomerulopatía primaria que el paciente tiene.

Por todo ello, el examen definitivo para el diagnóstico de las enfermedades glomerulares es la biopsia renal. La biopsia renal es la única forma de saber con certeza cuál es la causa de la enfermedad glomerular. Puede decirnos si el paciente tiene lesiones de nefropatía membranosa, nefropatía por IgA, lesiones de nefropatía por lupus o nefropatía diabética, por ejemplo.

La biopsia además de definir la causa de la glomerulopatía, también proporciona indicaciones del pronóstico de la enfermedad. Si en la muestra de la biopsia evidenciamos varias lesiones graves y muchas cicatrices y esclerosis de los túbulos y de los glomérulos, difícilmente el paciente responder a los medicamentos. Si más del 50% del tejido renal está destruido, no hay motivos para iniciar tratamientos con drogas muy pesadas, que provocan varios efectos colaterales importantes y poco beneficios traen.

Tratamiento de las glomerulopatías

Como la mayoría de las glomerulopatías tienen su origen en factores inmunológicos, a menudo relacionados con enfermedades autoinmunes, el tratamiento se basa en el uso de drogas inmunosupresoras, como corticoides, ciclofosfamida, ciclosporina, azatioprina o micofenolato mofetilo.

El tipo de droga elegida varía según la causa de la enfermedad glomerular. Las glomerulonefritis del lupus y del síndrome de Wegener, por ejemplo, suelen necesitar esquemas fuertes de inmunosupresión, mientras que la enfermedad de lesión mínima puede ni siquiera necesitar inmunosupresión, pues la lesión glomerular suele desaparecer espontáneamente, principalmente en los niños.

Cada caso es un caso y no cabe aquí hablar detalladamente sobre el tratamiento y el pronóstico de cada una de las causas de enfermedad glomerular. En general, sin embargo, las formas más graves o aquellas que no hayan sido diagnosticadas precozmente suelen causar destrucción de los riñones, llevando al paciente a necesitar hemodiálisis. Algunas glomerulopatías tardan varios años para acabar con los riñones, mientras que otras pueden destruirlos en pocas semanas.

Las glomerulopatías se quedan atrás sólo de la diabetes y de la hipertensión arterial como causas de insuficiencia renal crónica terminal. El gran problema es que son mal diagnosticadas y, a menudo, mal tratadas. Exceptuando a los Nefrologistas, la mayoría de los médicos tienen muy poca experiencia con este tipo de enfermedad.

Por lo tanto, si usted tiene alguna señal que pueda sugerir una enfermedad glomerular, principalmente sangre o proteínas en la orina, aunque en pequeña cantidad, a menos que la causa sea obvia, como en una infección urinaria o cálculo renal, lo más correcto es que usted busca la ayuda de un médico nefrologista.


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