HIPERPLASIA BENIGNA DE LA PRÓSTATA - Causas, Síntomas y Tratamiento

HIPERPLASIA BENIGNA DE LA PRÓSTATA - Causas, Síntomas y Tratamiento

La hiperplasia prostática benigna o la hiperplasia benigna de la próstata (HBP) es una condición caracterizada por el aumento del tamaño de la próstata con características benignas, es decir, sin ninguna relación con el cáncer de próstata.

En este texto vamos a explicar lo que es la hiperplasia benigna de la próstata, abordando sus causas, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento.

¿Qué es la próstata?

La próstata es una glándula del tamaño de una nuez (3 cm de diámetro), con aproximadamente 20 gramos de peso, presente sólo en el sexo masculino. Se localiza en la base de la vejiga y circunda la parte inicial de la uretra, canal que lleva la orina de la vejiga al pene.

La próstata forma parte del sistema reproductor masculino, siendo responsable de la secreción de un fluido alcalino (con pH elevado) que protege los espermatozoides del ambiente ácido de la vagina y aumenta su movilidad, facilitando la llegada de los mismos al óvulo.

Como una relación íntima con la uretra (canal que drena la orina de la vejiga), los cambios en el tamaño de la próstata pueden comprimir la misma y dificultar el paso de orina, llevando a los síntomas de prostatismo, que se explicarán más adelante.

Como la próstata se encuentra recostada al recto, puede ser palpada a través del toque rectal, uno de los métodos más simples de evaluación de la glándula. Una próstata aumentada de tamaño o de forma irregular debido a la presencia de un tumor puede ser fácilmente identificada por este método. Hablamos con más detalles sobre el toque rectal en la parte de diagnóstico.

La próstata puede crecer y causar síntomas por tres razones:

- Hiperplasia benigna de la próstata.
- Cáncer de próstata (lea: CÁNCER DE PRÓSTATA | Síntomas, diagnóstico y tratamiento).
- Prostatitis - infección de la próstata (lea: PROSTATITE | Síntomas, causas y tratamiento).

Para más detalles sobre la próstata, lea: ¿QUÉ ES LA PRÓSTATA?

Hiperplasia benigna de la próstata (HBP)

El aumento del tamaño de la próstata es un proceso estimulado por la presencia de la hormona de testosterona y ocurre durante toda la vida en el sexo masculino. Cuanto más viejo es una persona, más tiempo su próstata tuvo para crecer. Esto significa que con la edad, prácticamente todos los hombres tendrán una gran próstata. A los 40 años el 10% de los hombres ya tienen una próstata aumentada de tamaño; a los 50 años, ese número salta al 50%; después de los 80 años, más del 80% de la población masculina presenta hiperplasia prostática benigna.

La hiperplasia benigna de la próstata, como su nombre lo dice, es un crecimiento benigno, que nada tiene que ver con el cáncer. La repetición no sea la confusión: la hiperplasia prostática es un proceso natural de envejecimiento y no se convierte en cáncer de próstata. Esta confusión surge a menudo porque casi todo paciente con cáncer de próstata tiene más de 60 años, edad en la cual la prevalencia de la HBP es alta. Al hacer una comparación grosera, podemos decir que muchos pacientes con cáncer de próstata tienen pelo blanco, pero no por eso creemos que tener cabello blanco causa cáncer.

Síntomas de la hiperplasia benigna prostática

El aumento de la próstata en sí no es un problema. El problema está en el hecho de que la próstata está anatómicamente localizada junto a algunas estructuras del tracto urinario, principalmente la uretra. El aumento de la próstata comprime la uretra y obstaculiza la salida de la orina, pudiendo incluso causar obstrucción, hidronefrosis (acumulación de orina en el riñón) e insuficiencia renal. En el caso de que se produzca la compresión de la uretra.

Los síntomas de la hiperplasia benigna prostática están relacionados con la obstrucción de la uretra. Las primeras señales son la pérdida de fuerza del jet urinario y la necesidad de orinar a menudo.

Explicando: la próstata aumentada comprime la uretra y obstaculiza el drenaje de la orina. La mayoría de las veces esta obstrucción es parcial y permite que algún volumen de orina pase, principalmente cuando la vejiga está llena y la presión puede vencer la resistencia causada por la próstata aumentada. Sin embargo, cuando el nivel de orina dentro de la vejiga desciende, la presión cae y el chorro, que ya es débil, se interrumpe. El resultado final es una vejiga que ya no puede vaciarse por completo, quedando siempre con alguna orina en su interior. Por eso, el paciente siente ganas de orinar frecuentemente, pero sólo logra eliminar pequeños volúmenes.

El no vaciamiento completo de la vejiga hace que un gran volumen de orina quede siempre represado, favoreciendo el crecimiento de bacterias en su interior, ya que el acto de orinar expulsa buena parte de los microorganismos presentes en la orina. En los pacientes con hiperplasia benigna de próstata, siempre hay un "laguito" de orina para que las bacterias se reproduzcan. No es de extrañar que la cistitis (infección de la vejiga), rara en hombres hasta los 45-50 años, pase a ser un diagnóstico común en ancianos (lea: INFECCIÓN URINARIA (CISTITE) para entender más sube el asunto).

El hecho de que la orina se represore dentro de la vejiga también favorece la formación de cálculos (piedras) en su interior (lea: CÁLCULO RENAL | PIEDRA NOS RINS | Síntomas del cólico renal).

Conforme la próstata crece, más comprimida queda la uretra, hasta el punto donde puede haber una completa obstrucción del paso de la orina. La orina que no se drena se acumula en las vías urinarias y acaba por acometer los riñones, llevando a la hidronefrosis (dilatación de los riñones). El resultado final es la insuficiencia renal grave, y puede haber necesidad de hemodiálisis de urgencia. (lea: HEMODIÁLISIS).

Es bueno destacar que no es necesaria la suspensión completa de la orina para tener una grave lesión en los riñones. El paciente puede todavía conseguir orinar y aún así estar con obstrucción e hidronefrosis grave. Basta que tenga un ritmo de eliminación de orina menor que la producida por los riñones.

Cuanto más tiempo los riñones quedan obstruidos y llenos de orina, menor es la posibilidad de recuperación después de la desobstrucción del flujo. Después de 7 a 10 días de hidronefros, comienzan a surgir lesiones irreversibles de los riñones, un proceso que se completa después de 3-4 meses de obstrucción, época en que probablemente el paciente permanecerá dependiente de hemodiálisis, aunque corra el problema.

Otro síntoma del crecimiento de la próstata es la disfunción eréctil (impotencia), que ocurre por compresión de los nervios que controlan la erección (lea: IMPOTENCIA SEXUAL | Causas y tratamiento).

En resumen, los principales síntomas de la hiperplasia prostática benigna son:

  • Dolor o dificultad para orinar.
  • El chorro de la orina.
  • Necesidad de orinar pequeños volúmenes con gran frecuencia.
  • Incapacidad de vaciar la vejiga.
  • Infección urinaria.
  • Cálculo de la vejiga.
  • Insuficiencia renal en casos de grave obstrucción e hidronefrosis.

Como muchos pacientes con aumento de la próstata y la hidronefrosis todavía consiguen orinar, no es raro que los mismos no busquen ayuda médica precozmente, descuidando sus síntomas urinarios. Este comportamiento acaba por hacer el cuadro mucho más grave, muchas veces haciendo que el paciente se detenga en el hospital, después, con un cuadro de insuficiencia renal avanzada. Es importante que cualquier anciano, al primer signo o síntoma de crecimiento de la próstata, sea evaluado por un urólogo.

¿Cómo se diagnostica la hiperplasia prostática benigna?

Hay una tabla de puntos llamada ESCORE INTERNACIONAL DE SÍNTOMAS PROSTÁTICOS. Son 7 preguntas y cada una recibe una puntuación de 0 a 5

  • ¿Cuántas veces se siente la sensación de no vaciar totalmente la vejiga?
  • ¿Cuántas veces tuvo que orinar nuevamente menos de 2 horas después de haber orinado?
  • ¿Cuántas veces observó que, al orinar, se detuvo y se reanudó varias veces?
  • ¿Cuántas veces observó que fue difícil contener la orina?
  • ¿Cuántas veces observó que el chorro de agua estaba débil?
  • ¿Cuántas veces tuvo que hacer fuerza para empezar a orinar?
  • ¿Cuántas veces, en promedio, tuvo que levantarse por la noche para orinar?

0 = Ninguna
1 = Menos de 1 vez en 5
2 = Menos de la mitad de las veces
3 = Mitad de las veces
4 = Más de la mitad de las veces
5 = Casi siempre

Ligero: 0 a 7;
Moderada: 8 a 19;
Severa: 20 o más

La puntuación anterior evalúa la severidad de los síntomas prostáticos, pero no diferencia entre HBP, cáncer de próstata y prostatitis, que presentan síntomas muy parecidos.

El diagnóstico diferencial implica el tacto rectal, la dosificación del PSA, la ultrasonografía transrectal y abdominal, y la biopsia de la próstata (lea: BIÓPSIA DE LA PRÓSTATA | Indicaciones y complicaciones)

PSA

El PSA es un marcador de enfermedad prostática, cosechado a través de análisis de sangre. El PSA se eleva en la HPB, en las prostatitis y, principalmente, en el cáncer de próstata.

PSA menor que 2, 5 = Bajo riesgo de cáncer.
PSA entre 2, 5 y 10 = Riesgo intermedio de cáncer.
PSA mayor que 10 = Alto riesgo de cáncer.
PSA mayor que 20 = Muy alto riesgo de cáncer y elevada probabilidad de enfermedad metatizada.

Los pacientes con PSA bajo rara vez tienen cáncer. Cuando el valor del PSA es intermedio, el diagnóstico más probable es la HBP, pero el cáncer de próstata no puede ser descartado. PSA alto indica un alto riesgo de cáncer, pero también es posible que sea prostatitis o incluso sólo HBP. PSA mayores que 20, prácticamente sólo surgen en el cáncer o en algunos casos de prostatitis.

Toque rectal

El tacto rectal puede detectar el aumento de la próstata, pues la misma se encuentra recostada al recto. Este examen de próstata, cuando es realizado por un médico experimentado, permite, en muchos casos, saber si el aumento de la próstata es uniforme, o sea, causado por la HBP, o localizado, causado por un tumor.

El tacto rectal permite al médico detectar irregularidades, nódulos, asimetrías y cambios en la consistencia de la próstata.

Ultrasonografía de la próstata

El ultrasonido realizado por la vía rectal permite una buena visualización de la próstata, permitiendo calcular su tamaño y volumen, pudiendo también detectar nódulos sospechosos.

El ultrasonido abdominal permite calcular el volumen de orina en la vejiga y evaluar la capacidad de vaciamiento de la vejiga. También es posible ver los riñones y diagnosticar eventuales obstrucciones graves que estén causando hidronefros.

Si después de la realización de todos estos exámenes, el cáncer sigue siendo una hipótesis, se hace necesaria la realización de la biopsia de la próstata para cerrar el diagnóstico.

Tratamiento de la hiperplasia benigna de la próstata

Los pacientes que presentan HBP diagnosticada en exámenes de rutina y no presentan ninguna queja o señal de obstrucción urinaria pueden ser acompañados regularmente sin tratamiento específico.

Si hay aumento de la próstata y signos de obstrucción moderada de las vías urinarias, generalmente el tratamiento indicado se realiza con medicamentos que disminuyen el tamaño de la próstata. Entre las drogas disponibles podemos citar:

  • Terazosina.
  • Doxazosina.
  • Tamsulosina.
  • Alfuzosina.
  • La finasterida.
  • Dutasterida.

Saw Palmetto (Serenoa repens) es un medicamento de origen natural que se utiliza a menudo en el tratamiento de la HBP, aunque su eficacia todavía tiene que ser completamente demostrado en estudios científicos. Explicar la situación con más detalle en el artículo: La palma enana americana (Serenoa repens) - Beneficios, Dosis y efectos secundarios.

Cuando la obstrucción de las vías urinarias es grave o cuando el tratamiento con medicamentos no tiene éxito, es decir, si no hay reducción del tamaño de la próstata, la cirugía pasa a ser una opción.

La resección transuretral de la próstata (RTUP) es actualmente el procedimiento quirúrgico más usado. En este procedimiento el urólogo retira gran parte de la próstata con un aparato llamado resectoscopio, que se introduce a través de la uretra. Por este aparato es posible introducir una lámina para resecar la próstata y aspirar el tejido retirado. Generalmente se retira todo el interior de la próstata, dejando sólo el exterior. La cirugía se realiza con anestesia general (lee: ANESTESIA GENERAL - Cómo funciona y cuáles son los riesgos) o regional y dura en promedio 90 minutos.

Si la próstata no es muy grande una cirugía posible es la incisión transuretral de la próstata (ITUP), similar a la RTUP, pero sólo quitando una pequeña parte de tejido de la próstata, suficiente para desobstruir la uretra.

Hay otras técnicas para resección de la próstata, como láser, microondas, cauterización, etc. La técnica depende de la gravedad de cada caso y de la experiencia del urólogo.


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