ERISIPELA Y CELULITE - Síntomas, Causas y Tratamiento

ERISIPELA Y CELULITE - Síntomas, Causas y Tratamiento

Erisipela y celulitis son dos infecciones con características similares que se desarrollan cuando las bacterias logran superar la barrera de la piel, invadiendo e infectando los tejidos subcutáneos.

El término celulitis causa alguna confusión por designar dos enfermedades diferentes. Aquellas irregularidades en la piel por acumulación de líquido y grasa, que tanto atormentan a las mujeres, popularmente conocida como celulitis, es en realidad llamada en medicina de hidrolipodistrofia goide. Tenemos un texto específico sobre este tipo de celulitis (lee: CELULITE | Causas y Tratamiento).

En este artículo vamos a hablar de la celulitis, infección de la piel, que es una lesión semejante a la erisipela y que nada tiene que ver la celulitis de la medicina estética.

Infecciones de la piel

La piel es nuestro principal órgano de defensa. Es ella quien mantiene nuestro medio interior aislado e impide que los gérmenes del medio externo invadan nuestro cuerpo.

Cualquier objeto o ser de la naturaleza se encuentra repleto de bacterias, virus, hongos y otros gérmenes en su superficie. Si no tuviéramos piel, nuestros órganos entrarían en contacto directo con esos gérmenes y tendríamos una infección detrás de la otra. Moriríamos de sepse poco después del nacimiento y ya estaríamos extinguidos hace miles de años. No es la tonta que todos los seres vivos presentan algún tipo de tejido que haga el papel de la piel.

Si por un lado el interior del cuerpo queda aislado de los gérmenes, por otro nuestra piel se encuentra repleta de éstos. Cualquier material, sea orgánico o no, cuando expuesto al ambiente, adquiere su carga de microbios.

Cuando abrimos una herida en la piel, aunque muy pequeña, ocurre una quiebra en esa barrera de protección, exponiendo nuestro interior a los gérmenes del medio externo. Las infecciones más comunes son aquellas que ocurren por bacterias que viven naturalmente en nuestra piel y se aprovechan de cualquier lesión para invadir nuestros tejidos subcutáneos.

La erisipela y la celulitis son dos infecciones de origen bacteriano que acomete las capas interiores de la piel, aprovechándose de alguna lesión de la misma que sirva como puerta de entrada.

Por lo tanto, erisipela y celulitis son infecciones de las capas interiores de la piel. Si no se tratan adecuadamente, estas bacterias invasoras pueden migrar a otras regiones del cuerpo, como el flujo sanguíneo y los órganos internos.

Diferencias entre erisipela y celulitis

En la figura siguiente se representan las capas de nuestra piel. La gran diferencia entre la erisipela y la celulitis es el lugar donde la bacteria se aloja y causa la infección. En la erisipela la infección se da en las capas más cercanas al exterior, afectando la epidermis y la capa más superficial de la dermis. La celulitis es una infección más profunda, infectando el tejido graso en la hipodermis y la capa profunda de la dermis.

Síntomas de la erisipela y de la celulitis

Ambas lesiones son muy similares y, a menudo, difíciles de distinguir. Tanto la erisipela como la celulitis se presentan clínicamente como una infección de la piel, con rubor (enrojecimiento), calor local, intenso dolor y edema (hinchazón) en el lugar afectado.

Como la erisipela es una infección más superficial que la celulitis, algunas características ayudan en el diagnóstico diferencial. En la erisipela, la lesión suele presentar un discreto relieve y sus bordes son muy nítidos. Al examinar la piel es fácil saber adónde comienza y adonde termina la infección. La delimitación entre piel y piel sana es clara.

La celulitis, porque acomete tejidos más profundos, no presenta esos límites tan claros. La lesión suele ser más difusa y no siempre es posible saber exactamente dónde comienza y dónde termina la infección. La foto abajo muestra un ejemplo claro de la diferencia entre celulitis y erisipela.

En la erisipela los síntomas sistémicos, como fiebre, sudores y escalofríos suelen aparecer precozmente, así que surgen los primeros signos de infección en la piel. En la celulitis el cuadro suele ser más arrastrado, primero apareciendo la lesión, y sólo después de algunos días es que surge la fiebre. Otros síntomas de la infección pueden ser pérdida del apetito, náuseas, vómitos, malestar, inapetencia y dolores de cabeza.

La erisipela suele ocurrir más en niños y ancianos, ya la celulitis es más común en adultos mayores de 50 años.

Los miembros inferiores son los lugares más afectados tanto en la erisipela y en la celulitis. Sin embargo, cualquier área de la piel puede ser acometida.

Curiosidad: la oreja es un lugar que no tiene tejidos subcutáneos, por lo que una infección en esta región sólo puede ser erisipela.

En los cuadros más graves, la infección se vuelve más difusa y la distinción entre las dos enfermedades es más difícil. Algunos signos de gravedad incluyen la formación de burbujas, úlceras y necrosis de la piel. Cuadros graves, con infecciones profundas, pueden evolucionar a osteomielitis, que es la infección del hueso. Otra complicación es la endocarditis, infección de las válvulas del corazón por las bacterias que emigran por el torrente sanguíneo.

Si no se tratan, la celulitis la erisipela puede evolucionar a la sepsis con alto riesgo de muerte para el paciente.

La erisipela suele acometer los vasos linfáticos superficiales de la piel pudiendo causar un edema linfático. Cuando esta infección ocurre crónicamente, la destrucción de estos vasos puede llevar a un cuadro de edema crónico similar al que ocurre en la elefantiasis (filariosis). Es una lesión muy común en los residentes de la calle, principalmente en los ancianos. El edema linfático es una complicación típica de la erisipela de repetición, pero también puede ocurrir en la celulitis.

Factores de riesgo para erisipela y celulitis

Como ya se ha dicho al principio de este texto, cualquier lesión que sirva de puerta de entrada para bacterias se convierte en un factor de riesgo para el desarrollo de infecciones en la piel. Entre las más comunes podemos citar:

  • Cortes y heridas simples.
  • Pie de atleta (frieira).
  • Eczema.
  • El impétigo.
  • Varicela (catapora) u otras erupciones de la piel.
  • Espinas (acné).
  • Picadas de mosquito.
  • La uña enrojecida o cualquier otra lesión de la uña.
  • Micosa de uña.
  • Uso de drogas endovenosas.
  • Quemaduras.
  • Mordeduras de animales.
  • Implantación de piercings.

Además de las lesiones de piel, existen otros factores asociados a un mayor riesgo de erisipela y celulitis:

  • La obesidad.
  • La diabetes.
  • Uso de corticoides.
  • Inmunosupresión.
  • Pacientes con edema crónico.

Causas de erisipela y celulitis

Dos bacterias que viven en nuestra piel son responsables de más del 80% de los casos de celulitis y erisipela. Ellos son Streptococcus y Staphylococcus. Staphylococcus MRSA, una forma multi-resistentes de las bacterias, también puede causar infecciones de la piel (es decir: Staphylococcus aureus | lo que corre el riesgo de esta bacteria?). Erisipela está generalmente causada por Streptococcus, mientras que la celulitis por Staphylococcus. Pero esto no es una regla. Varias otras bacterias pueden ser responsables de la enfermedad, incluyendo Haemophilus influenzae, Yersinia enterocolitica, Streptococcus pneumoniae, Klebsiella pneumoniae, Pasteurella multocida, Pseudomonas aeruginosa, y Clostridium

Tratamiento de la erisipela y de la celulitis

Por tratarse de una infección bacteriana, el tratamiento para estas dos infecciones debe hacerse con antibióticos. El régimen inicial debe incluir un fármaco que tiene acción sobre Streptococcus y Staphylococcus

La elección entre antibióticos por vía oral o por vía venosa debe realizarse de acuerdo con la gravedad del caso. Las lesiones en la cara, lesiones graves o en pacientes con inmunosupresión deben ser preferentemente tratadas con drogas endovenosas.

El tiempo de tratamiento suele ser de 14 días.

Las principales opciones son las penicilinas y sus derivados. Algunas opciones incluyen cefalexina (lea: INFORMACIÓN SOBRE CEFALEXINA), flucloxacilina, dicloxacilina, amoxacilina, oxacilina y cefalotina. Alérgicos a penicilina pueden ser tratados con eritromicina o clindamicina.

En los casos sospechosos de Staphylococcus MRSA (meticilina - resistente), el tratamiento se debe hacer con vancomicina intravenosa.

El antibiótico correcto es una elección de su médico y el esquema puede variar de región a región de acuerdo con el perfil de resistencia de las bacterias.

Además de los antibióticos, el reposo y la elevación del miembro acometido son importantes porque ayudan a disminuir el edema y alivian el dolor.

En los casos de erisipela recurrente en que no se puede controlar los factores de riesgo, puede ser indicado tratamiento profiláctico con una dosis de penicilina benzatina (benzetacil) cada mes por varios meses.


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