21 CONSEJOS PARA LA PREVENCIÓN DE LA INFECCIÓN URINARIA

21 CONSEJOS PARA LA PREVENCIÓN DE LA INFECCIÓN URINARIA

La infección urinaria es una de las enfermedades bacterianas más comunes en el ser humano, principalmente en el sexo femenino. Se estima que entre el 60 y el 70% de las mujeres tendrán al menos un episodio de infección urinaria durante su vida.

La cistitis, que es la infección de la vejiga, es la forma de infección urinaria más común y se caracteriza por síntomas como dolor al orinar y necesidad constante de hacer pis, incluso cuando la vejiga se encuentra vacía.

Muchas mujeres tienen más de un episodio de cistitis durante la vida. Otras tienen más de un episodio al año. Todavía hay, también, aquellas que presentan la llamada infección urinaria de repetición, con más de 3 episodios de cistitis cada año.

La cistitis se produce cuando las bacterias intestinales naturales (Enterobacteriaceae) y la zona alrededor del ano, tales como E. coli, Klebsiella y Proteus, son capaces de migrar a la región vaginal, pasando la entrada de colonizar el canal de la uretra que transporta la orina de la vejiga. Una vez en la uretra, las bacterias logran fácilmente llegar a la vejiga, donde se multiplicarán y provocar una intensa reacción inflamatoria.

La infección urinaria es una enfermedad causada por la contaminación de la vejiga por bacterias de su propio cuerpo. No es, por lo tanto, una enfermedad transmitida de una persona a otra.

No toda infección urinaria puede prevenirse, sin embargo, medidas que eviten o dificultan la migración de bacterias de los intestinos a la vejiga ayudan a reducir el riesgo.

En este artículo hablaremos sobre algunas medidas simples que pueden ser instituidas con la intención de reducir la incidencia de infecciones urinarias. Vamos a centrarnos en las mujeres, pues la infección urinaria es mucho más común en el sexo femenino.

Las infecciones urinarias en el hombre suelen estar relacionadas con problemas urológicos, tales como enfermedades de la próstata, presencia de catéter vesical o doble J, o defectos anatómicos de la región urogenital. Los hombres jóvenes con infección urinaria frecuente deben ser evaluados por un urólogo.

Antes de seguir adelante, asista a ese corto vídeo que explica por qué las mujeres tienen más infección urinaria que los hombres (al hacer clic en la imagen abajo, el vídeo se abrirá en una nueva ventana).

Consejos para prevenir la infección urinaria

1. Siempre pasar el papel higiénico de frente hacia atrás

Como la infección urinaria es provocada por bacterias que vienen del perineo y de la región anal, a la hora que usted va a limpiar el ano o la vagina con un papel higiénico, la dirección debe ser siempre de frente hacia atrás, o sea, el papel pasa primero en la vagina y después del ano, nunca lo contrario. El objetivo es no arrastrar las bacterias de la región anal hacia la vagina.

Siguiendo la misma lógica, no se debe pasar el mismo papel dos veces seguidas. Pasa el papel una vez. Si todavía necesita limpiar más, utilice un nuevo pedazo.

2. Evite una higiene íntima excesiva

La cistitis puede ser provocada por malos hábitos de higiene, pero también por exceso de higiene. La vagina posee su flora natural de gérmenes, que ayudan a impedir la llegada de bacterias nocivas venidas del ano. Si usted limpia la región de la vulva y el perineo con demasiada frecuencia, o uso productos antisépticos especiales, puede haber una reducción de la población natural de bacterias de su vagina, lo que acaba facilitando la vida de las bacterias invasoras, que encontraron mucho menos competencia al llegar en la región alrededor de la uretra.

Por lo tanto, la limpieza debe ser hecha de forma parcimoniosa y sólo con agua y jabón neutro. No es necesario gastar dinero comprando productos especiales para la higiene íntima.

3. Evite los baños de bañera

El agua de la bañera se convierte rápidamente poblada por bacterias de la región del perineo. Si se queda mucho tiempo sentado, hay un riesgo mayor de enterobacterias para migrar a la región alrededor de la uretra. La relajación en la bañera llena de espuma es muy bonito en las películas, pero si usted tiene problemas de infección urinaria frecuente, dé preferencia a los baños de ducha.

Los baños de piscina o de mar no son problemas, no sólo por el volumen de agua mucho mayor, sino también por la presencia del cloro en la piscina o de altas concentraciones de yodo y sal del mar.

4. Evite la ducha vaginal

El baño de ducha es la forma más segura, pero no se debe dirigir la ducha hacia la vagina. Duchas vaginales no ayudan en la higiene íntima y aún facilitan la migración de enterobacterias.

5. No utilice productos químicos en la región íntima

Los productos químicos, como los perfumes, los desodorantes o los talcos no deben usarse en las partes íntimas, ya que pueden provocar irritación. Las bacterias se adhieren más fácilmente en lugares donde la piel se encuentra irritada. Si la región alrededor de la uretra está inflamada, las enterobacterias tendrán más facilidad de colonizar el local. Evite utilizar cualquier producto que sea a base de alcohol o tenga olor fuerte en esta región.

6. Cambie el absorbente íntimo con frecuencia

La presencia de humedad y sangre aumenta mucho el riesgo de proliferación de bacterias. No deje que su absorbente íntimo quede lleno por mucho tiempo, sobre todo si es un absorbente externo, que puede dejar la piel alrededor de la uretra húmeda y con sangre. Todavía hay controversias entre los expertos sobre qué tipo de absorbente es el más peligroso: internos o externos. En la duda, independientemente del absorbente usado, cambie con frecuencia.

7. Orina después de las relaciones sexuales.

La infección urinaria no es una enfermedad de transmisión sexual, pero el acto sexual por sí solo produce fricción, lo que lleva a la irritación de la región genital y ayuda a esparcir las bacterias del perineo. El acto de orinar al final de cada relación ayuda a "lavar" la uretra, empujando hacia fuera las bacterias que puedan haber migrado durante el sexo.

Obs: el uso de condón no disminuye el riesgo de infección urinaria post-coito. Recuerde, la bacteria no viene de la pareja.

8. Lave la región del perineo antes de tener relaciones sexuales

Lavar con agua y jabón la región anal y perineal justo antes del acto sexual ayuda a reducir la cantidad de enterobacterias que puedan ser empujadas hacia la vagina.

9. Evite el sexo anal

El sexo anal, principalmente si procede por sexo vaginal, aumenta mucho el riesgo de infección urinaria. El motivo es obvio, ya que las bacterias de la región anal se llevan directamente a la vagina. Pero, incluso el sexo anal aislado puede ser suficiente para esparcir bacterias del recto por la región del perineo.

10. Beba bastante agua

La ingestión de líquido mantiene la orina más diluida y hace que el paciente sienta la necesidad de orinar con más frecuencia, ayudando a expulsar bacterias que están en el tracto urinario.

11. Evite sujetar la orina durante mucho tiempo

Evite los intervalos de más de 4 horas sin orinar. La orina parada en la vejiga facilita la proliferación de bacterias.

12. No utilice espermicidas

La aplicación de espermicidas, ya sea en gel o crema, aumenta el riesgo de infección urinaria, ya que pueden causar irritación en la región genital. De la misma forma, los condones que contienen espermicidas también deben ser evitados.

13. Evite el uso de un diafragma

Las mujeres que usan diafragma y tienen infección urinaria a menudo deben ponderar un cambio de método anticonceptivo, porque el diafragma puede presionar la vejiga o la uretra, dificultando el vaciamiento completo de la orina. Una vejiga que no vacía completamente queda más expuesta a la proliferación de bacterias.

14. Use ropa de algodón o tejidos ligeros

Use ropa ligera para no dejar la región genital muy húmeda por el sudor. La piel húmeda y cerrada por mucho tiempo bajo ropa que no permite la circulación del aire favorece la proliferación de bacterias.

15. Consuma alimentos con arándanos

Una familia de baya, arándano llamada (en portugués: arándano o arándano), parece ser eficaz en la prevención de la cistitis. La fruta puede ser consumida como jugo o a través de cápsulas ya ampliamente comercializadas. Aún no existen evidencias inequívocas de la eficacia de esta fruta, pero, como no lo hace, la mayoría de los médicos acaba indicando su uso.

16. Cremas de estrógeno en la menopausia

Después de la menopausia, la falta de estrógeno provoca sequedad vaginal y la reducción de la flora bacteriana natural. Estas dos alteraciones aumentan el riesgo de colonización de la vagina por enterobacterias. El uso de estrógeno en forma de crema vaginal ayuda a restaurar el ambiente natural de la vagina, reduciendo la incidencia de infecciones urinarias.

17. Evite el uso indiscriminado de antibióticos

Algunas personas con cuadros frecuentes de infección respiratoria alta, principalmente de garganta, nariz o oído, acaban haciendo uso frecuente de antibióticos, muchas veces de forma innecesaria, ya que buena parte de esas infecciones son provocadas por virus.

El uso indiscriminado de antibióticos durante la vida puede alterar la composición normal de la flora bacteriana vaginal, facilitando la aparición de infecciones ginecológicas, como la candidiasis, o infección urinaria. El uso frecuente de antibióticos también puede seleccionar las bacterias de los intestinos, creando cepas resistentes, lo que lleva a la aparición de infecciones urinarias multirresistente a los antibióticos habituales.

18. Probióticos

Los probióticos Lactobacillus son medicamentos tomados por vía oral o intra-vaginal, cuyo objetivo es reforzar la flora vaginal y obstaculizar la fijación de enterobacterias en la región alrededor de la uretra. Es un tratamiento aún en estudio, pero que aparentemente es eficaz en reducir la incidencia de las infecciones urinarias.

19. Vacunas

Ya existen vacunas compuestas por cepas muertas de la bacteria E.coli, responsable de más del 80% de los casos de infección urinaria, que presentan buenos resultados. Ejemplos son: Solco-Urovac, Urovaxom y Strovac.

Las vacunas que presentan una administración intra-vaginal o intra-muscular parecen ser más eficaces que las vacunas por vía oral.

Es importante destacar que estas vacunas no protegen contra la cistitis provocada por enterobacterias distintas de E.coli.

20. Antibióticos profilácticos

Algunas mujeres, por más que sigan todos los consejos descritos anteriormente, permanecen teniendo cuadros repetidos de infección urinaria. En estos casos, el uso prolongado de antibióticos a baja dosis puede estar indicado. Los estudios han demostrado que el uso diario de antibióticos, como el Bactrim (sulfametoxazol / trimetoprim), pueden utilizarse con seguridad y eficacia durante 5 años, reduciendo en más del 95% la tasa de nuevas infecciones urinarias.

21. Antibióticos post-coito

Algunas mujeres tienen cuadros repetidos de cistitis claramente relacionados con la actividad sexual. Son cistitis que surgen siempre 24 a 48 horas después del coito. En estos casos, la profilaxis con antibiótico se puede hacer puntualmente, solamente después del acto sexual. En vez de tomar antibióticos diariamente, como se describe en la punta 20, la mujer está orientada a tomar un único comprimido de antibiótico apropiado cada vez que tenga relación sexual.

Hablamos específicamente de la cistitis post-coito en el siguiente artículo: CISTITE DE LA LUNA DE MEL - Infección Urinaria Después del Sexo.


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