FUGACHO Y AFRONTAMENTO - Calor de la menopausia

FUGACHO Y AFRONTAMENTO - Calor de la menopausia

Las olas de calor de la menopausia, llamadas de fogatas o sofocos, acomete 3/4 de las mujeres en el período postmenopáusico (climaterio). Sus síntomas suelen ser una sensación de calor, sudoración y ruborización de la piel, principalmente en la cara.

En este texto hablaremos específicamente sobre las olas de calor de la menopausia. Para saber más sobre otros síntomas de la menopausia, lea:

  • MENOPAUSA | Síntomas, Causas y Tratamiento.
  • 25 SÍNTOMAS DE LA MENOPAUSA - CLIMATÉRIO.
  • MENOPAUSA PRECOCE

Antes de hablar de los fogatas, vamos a aclarar dos conceptos. Hay mucha confusión, principalmente entre el público laico, con los términos menopausia y climaterio. La menopausia es la última menstruación de la vida de la mujer. El período siguiente después del cese de la menstruación se denomina climaterio. Por lo tanto, a pesar de ser muy común oír decir que una mujer está en la menopausia, lo más correcto sería decir que ella tuvo la menopausia y ahora está en el climaterio.

A lo largo del texto usaré el término "olas de calor de la menopausia" en lugar de "olas de calor del climaterio" por ser la primera una expresión más consagrada, a pesar de no ser la más correcta técnicamente.

Síntomas de la hoguera

Las olas de calor de la menopausia surgen por una desregulación en nuestro mecanismo de control térmico, aparentemente causada por disminuciones de los niveles circulantes de estrógeno.

El fogón suele comenzar como una sensación repentina de calor localizada en la cara y en la parte superior del tórax, haciéndose rápidamente generalizada. Esta ola de calor ocurre por una mala interpretación de la temperatura corporal real por el hipotálamo, región del sistema nervioso central que actúa como termostato. La paciente se siente muy caliente, pero su temperatura se mantiene normal, alrededor de los 36, 5ºC.

La sensación de calor dura entre dos y cuatro minutos y está frecuentemente asociada a intensa transpiración y enrojecimiento de la piel. Como el organismo piensa que el cuerpo está muy caliente, ocurre una inapropiada dilatación de los vasos de la piel, lo que lleva al enrojecimiento y la transpiración.

Con la vasodilatación, sudoración y consecuente pérdida de calor, hay una rápida caída de la temperatura corporal, causando una leve hipotermia. En este momento, el cohete comienza a disipar y surgen los escalofríos, un mecanismo usado por el cuerpo para generar calor, en un intento de restaurar la temperatura habitual del organismo.

En algunas mujeres las olas de calor surgen varias veces al día, pudiendo también aparecer mientras duermen. Los calores nocturnos entorpecen el sueño y pueden llevar al insomnio. Si la paciente también tiene problemas como ansiedad o depresión, comunes en la edad de la menopausia, pueden surgir trastornos importantes del sueño.

La hogaza acomete hasta 3/4 de las mujeres y suele surgir cuando la menopausia se acerca. En el 80% de los casos las olas de calor de la menopausia duran más de un año. La mayoría de las veces, la hoguera dura por dos o tres años. Sin embargo, el 25% de las mujeres sufren de calores por más de cinco años y alrededor del 10% mantiene los síntomas hasta después de los 70 años de edad.

Las mujeres con sobrepeso, fumadores o sedentarias presentan un mayor riesgo de desarrollar fogatas. No se sabe por qué, pero afrodescendientes tienen más fogatas que mujeres de origen europeo, que a su vez tienen más fogatas que mujeres asiáticas.

Tratamiento del cohete

Es siempre bueno recordar que el fogón suele desaparecer espontáneamente después de algunos años. Como muchas mujeres tienen síntomas blandos, no se indica tratamiento a menos que los calores sean realmente incómodos.

El tratamiento más efectivo para las olas de calor de la menopausia es la reposición de estrógenos, pero actualmente, debido a los efectos colaterales, su uso sólo está indicado por cortos períodos (dos o tres años) y en mujeres con síntomas de moderada a fuerte intensidad .

El estrógeno puede ser administrado por vía oral o transdérmica. En las mujeres que no han retirado el útero, el estrógeno debe administrarse junto con la progesterona para evitar la proliferación de la mucosa uterina, un efecto que aumenta el riesgo de cáncer de endometrio (cáncer de útero).

Pacientes con historia de enfermedad cardiovascular, trombosis o cáncer de mama (lea: CÁNCER DE MAMA | Síntomas, auto examen y diagnóstico) no deben ser tratados con estrógenos.

Otras opciones de tratamiento incluyen los antidepresivos (por ejemplo, fluoxetina o citalopram), Gabapentina o Clonidina, un medicamento utilizado para el tratamiento de la hipertensión.

Tratamientos naturales para el fogón

Algunas terapias no medicamentosas también ayudan. Perder peso y dejar de fumar es imperativo. Evitar las bebidas alcohólicas, las comidas picantes y la cafeína también funciona para algunas mujeres.

El calor empeora los fogachos, por eso, en el verano, procure quedarse en ambientes ventilados o con aire acondicionado. Usa ropa ligera y beba bastaste líquidos helados.

La práctica regular de actividades físicas y técnicas de relajación también son efectivas.

El uso de isoflavonas o fitoestrógenos (estrógenos de las plantas) no presenta ninguna comprobación científica. Por el contrario, los trabajos indican que los mismos sólo tienen un efecto placebo y pueden ser perjudiciales en mujeres con antecedentes de cáncer de mama

También no hay evidencias inequívocas de que la acupuntura tenga efecto en el alivio de los calores de la menopausia.


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