¿CIGARRO ELECTRÓNICO HACE MAL? Conozca los Riesgos y Beneficios
El cigarrillo electrónico, también llamado e-cigarrillo, es un dispositivo movido a la batería, que simula la experiencia de un cigarrillo común, supuestamente con menos riesgos a la salud por contener sólo vapores de nicotina, sin el alquitrán y los cientos de otras sustancias nocivas del cigarrillo. Sin embargo, como explicamos, tener menos riesgo no significa estar exento de riesgos.
Los cigarrillos electrónicos han ganado popularidad en los últimos años, principalmente entre la población más joven y los fumadores que desean una forma menos nociva de consumir la nicotina. Incluso en Brasil, donde el e-cigarrillo tiene su comercialización prohibida *, el producto ha generado mucha curiosidad y angariado adeptos, que adquieren el dispositivo a través de Internet o en viajes a países que permiten su venta, tales como Estados Unidos, Francia, Italia o Portugal.
* En Brasil, la ley no permite la producción y comercialización de cigarrillos electrónicos, pero su uso no se considera un delito.
En este artículo vamos a proporcionar una visión general del cigarrillo electrónico, incluyendo información sobre los diferentes tipos de dispositivos, efectos adversos para la salud, uso como tratamiento para dejar de fumar y su impacto en la salud pública.
Si usted busca información sobre los maleficios del cigarrillo común, no deje de leer también los siguientes artículos:
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¿Qué es un cigarrillo electrónico?
Los cigarrillos electrónicos entraron en el mercado en 2003, en China. En 2006, llegaron a Estados Unidos y Europa. En la mayoría de los países, los e-cigarrillos entran en el mercado como productos comunes, sin regulación del gobierno. Sólo en los últimos años, con la popularización del producto, es que los órganos estatales de control de varios países pasaron a prestar más atención al cigarrillo electrónico.
Inicialmente, los cigarrillos electrónicos eran producidos por pequeñas empresas, pero desde hace algunos años, de ojo en el rápido crecimiento de esos productos, las grandes empresas de tabaco adquirieron y pasaron a desarrollar también esa forma de cigarrillo.
Los cigarrillos electrónicos consisten en:
- Un depósito que contiene un líquido, generalmente rico en nicotina.
- Un atomizador, que es el dispositivo responsable de calentar el líquido y generar el vapor.
- Un sensor que activa el atomizador cada vez que el usuario hace una inhalación (algunos funcionan a través de un botón).
- Una batería.
- Un cargador de batería.
El usuario activa el atomizador a través de la inhalación o al apretar un botón, dependiendo de las características del dispositivo. El atomizador calienta el líquido en el depósito y crea un humo de vapor, que se parece, pero no es igual al humo de los cigarrillos comunes. El cigarrillo electrónico, por lo tanto, simula la experiencia de fumar un cigarrillo convencional, pero sin combustión y sin la inhalación de todas las sustancias tóxicas presentes en el tabaco.
Los primeros e-cigarrillos están diseñados para tener un diseño muy parecido a los cigarrillos convencionales, tanto en formato como en tamaño. Existían hasta versiones desechables, que no podían recargarse. El paciente fumaba y echaba fuera el e-cigarrillo cuando su contenido acababa.
Con el paso de los años, la tecnología detrás de los cigarrillos electrónicos ha evolucionado. Actualmente, la mayoría de los e-cigarros tienen una apariencia más parecida a la de una gran pluma. Que poseen baterías de larga duración, que se pueden recargar, depósitos de líquido que pueden ser reabastecidos, reguladores para controlar la cantidad de vapor y la temperatura del atomizador, luz LED y una gran variedad de opciones en relación con el color y la apariencia del e- el cigarrillo, como se puede ver en la imagen más abajo.
¿Qué sustancias existen en el líquido del e-cigarrillo?
A diferencia de los cigarrillos convencionales, que queman tabaco para generar humo, los cigarrillos electrónicos vaporizan un líquido, que algunos llaman e-líquido. Este e-líquido es comprado aparte en pequeños frascos (llamados refillones), ya habiendo en el mercado más de 7000 variaciones de sabores.
La mayoría de los líquidos a la venta están compuestos de nicotina (también existen e-líquidos sin nicotina), propilenglicol (glicerol) y aromas. Sin embargo, una gran variedad de otras sustancias ya han sido identificadas, tales como estaño, plomo, níquel, crómio, nitrosaminas y compuestos fenólicos, algunos de ellos con potencial carcinogénico, como veremos más adelante cuando se discute los maleficios de los e-cigarrillos.
El contenido de nicotina contenido en el e-líquido suele variar de cero a 36 mg / ml. Las concentraciones más comunes son las de 6 mg / ml, 12 mg / ml, 18 mg / ml o 24 mg / ml.
Sin embargo, los estudios han demostrado que el contenido de nicotina de los fabricantes no siempre es confiable, a menudo es mayor que el indicado en las etiquetas. Hay incluso e-líquidos que dicen ser libres de nicotina, pero que al ser analizados, presentaban nicotina en su contenido.
Maleficios para la salud
Si por un lado parece ser cierto que el cigarrillo electrónico es menos perjudicial que los cigarrillos convencionales, también es cierto que no son en absoluto productos exentos de riesgos para la salud.
Por ser un producto relativamente nuevo y que pasó a recibir atención de los órganos gubernamentales sólo recientemente, no hay todavía grandes estudios científicos sobre las consecuencias del uso prolongado del e-cigarrillo. Aunque teóricamente es más seguro que el cigarrillo común, no hay evidencias científicas que confirmen esa supuesta mayor seguridad. Este es el motivo por el cual países como Brasil, Austria, Argentina, Canadá y Colombia no permiten su comercialización. Otros, como Australia, Dinamarca, Bélgica y Australia sólo permiten la venta de cigarrillos electrónicos sin nicotina.
Pero las preocupaciones por el cigarrillo electrónico no sólo están relacionadas con la falta de estudios a largo plazo. Algunas de las sustancias presentes en el e-líquido son sabiamente nocivas.
nicotina
La nicotina, por ejemplo, es una sustancia, que además de altamente adictiva, también causa daños a la salud. Las personas que fuman cigarrillos electrónicos pueden inhalar cantidades de nicotina muy parecidas a las inhaladas en los cigarrillos comunes.
La nicotina está relacionada, entre otros efectos, a un aumento del riesgo de eventos cardiovasculares, retraso en el desarrollo fetal, mayor riesgo de aborto espontáneo, mayor riesgo de parto prematuro y cambios en el desarrollo cerebral de jóvenes y adolescentes.
El consumo agudo de dosis elevadas de nicotina tiene potencial de intoxicación, provocando síntomas que van desde náuseas y vómitos hasta convulsiones y depresión respiratoria, en los casos más graves. Esto es particularmente cierto en los niños, cuyo umbral para la intoxicación por nicotina es mucho más bajo que en los adultos. Ya hay casos, incluso, de niños que murieron por envenenamiento después de usar los e-cigarrillos de los padres. Sólo para tener una idea del riesgo, la dosis de nicotina considerada potencialmente mortal para un niño es de 10 mg. Un refill común de 5 ml de e-líquido en la concentración de 18 mg / dL tiene 90 mg de nicotina, 9 veces más que la dosis potencialmente mortal.
Como muchos cigarrillos electrónicos son activados por la inhalación, es muy fácil para un niño, queriendo imitar a los padres, conseguir fumar un cigarrillo electrónico. Esta es una de las razones por la que algunos países están exigiendo que los e-cigarrillos vengan con algún tipo de sello de seguridad contra el uso accidental por parte de los niños.
Sustancias carcinogénicas
Como se mencionó anteriormente, varias de las sustancias carcinogénicas del cigarrillo convencional se pueden encontrar en algunas marcas de e-cigarrillo.
Las pruebas de laboratorio realizadas en 2009 por la FDA (el órgano norteamericano equivalente a la ANVISA) identificaron productos químicos cancerígenos y tóxicos, incluyendo ingredientes usados como anticongelante, en 20 marcas de e-cigarrillos, siendo 2 de ellas entre las líderes de ventas en el mercado .
Un estudio de 2014 descubrió que el aerosol producido a partir de los cigarrillos electrónicos con mayor potencia del atomizador contenía grandes cantidades de formaldehído y acetaldehído, que son agentes con el potencial de causar cáncer.
Otras sustancias peligrosas
Los sabores artificiales de los cigarrillos electrónicos son también una fuente de preocupación, no sólo porque sirven para atraer al público más joven, sino porque ellos mismos pueden ser nocivos. Los fabricantes de e-cigarrillos dicen que los aromas artificiales son seguros, ya que son los mismos utilizados en los alimentos industrializados. El problema, sin embargo, es que la seguridad de estos aromatizantes sólo se ha estudiado en relación a la ingestión. No sabemos si la vaporización y la inhalación de estos productos es segura.
Además, algunas marcas de cigarrillo electrónico utilizan el diacetil, que es un producto químico con sabor mantecososo, frecuentemente presente en las palomitas de microondas, que están asociados a una grave e irreversible lesión del pulmón, comúnmente conocida como "pulmón de las palomitas" o " enfermedad de las palomitas de microondas ".
Los estudios en animales y en laboratorios sugieren que incluso los cigarrillos electrónicos sin nicotina pueden hacer daño a los pulmones. Estos trabajan mostraron que el vapor inhalado irrita las células y obstaculiza el buen funcionamiento de los tejidos y las pestañas del tejido del árbol respiratorio.
Cigarrillo electrónico como tratamiento para dejar de fumar
Como el cigarrillo común es uno de los más nocivos productos de libre comercialización ya creados, es natural que, incluso con todos los problemas, los cigarrillos electrónicos aún consigan ser menos maléficos a la salud.
Algunas de las ventajas de los cigarrillos electrónicos en relación al cigarrillo tradicional son:
- Exposición a menos sustancias químicas tóxicas, aunque haya sustancias tóxicas en el e-cigarrillo.
- No deja los dientes amarillentos.
- No causa mal olor.
- Es menos contaminante.
- Es más barato.
- El humo pasivo parece ser menos tóxico.
- Parece haber un menor riesgo de enfermedades pulmonares, a pesar de que hay riesgos.
Aunque hay algunas ventajas, por todo lo expuesto hasta aquí, la inmensa mayoría de los médicos y de las asociaciones médicas no recomienda el cigarrillo electrónico como forma de tratamiento para el tabaquismo por cuenta de 4 problemas:
1- Los cigarrillos electrónicos aparentemente no son productos exentos de toxicidad. Hay opciones más seguras y con mayor base científica, como fármacos y chicles o adhesivos de nicotina.
2- Las personas que usan el e-cigarrillo hasta disminuyen el consumo de cigarrillos tradicionales, pero un estudio de 2013 mostró que el 77% de los usuarios del cigarrillo electrónico continúan fumando cigarrillos comunes. En muchos casos, el consumo de nicotina no se reduce y el paciente continúa tan adicto cuanto antes.
3- No hay conocimiento científico adecuado sobre ese producto. No sabemos si a largo plazo el cigarrillo electrónico es realmente más seguro que los cigarrillos convencionales.
4- El estímulo al uso del cigarrillo electrónico puede, después de años de caída consistente, debido a las campañas antitabáticas, provocar un aumento en el número de personas viciadas en nicotina. La falsa impresión de seguridad puede hacer que el número de fumadores vuelva a crecer. Hay estudios que demuestran que ex fumadores, que habían dejado completamente de fumar cigarrillos comunes, volvieron a fumar, ahora con cigarrillos electrónicos.
Desde el punto de vista de salud pública, la popularización del cigarrillo electrónico puede significar un paso atrás en el control del tabaquismo. Ya hay, incluso, personas que quieren fumar el e-cigarrillo en lugares cerrados, pues creen que el humo pasivo de este tipo de cigarrillo es seguro.
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